El fenómeno de los niños que viajan solos para poder ingresar sin papeles a Estados Unidos aun continua, pero esta semana se ha reportado que la cantidad ha sido menor en comparación con las últimas 4 semanas. Se estima que la disminución ha sido de un 30%. Con esos resultados, se estima que los niveles serán menores en las próximas semanas. A esta baja se atribuye la campaña que ha iniciado Estados Unidos en conjunto con los países de donde son originarios los niños. Otro factor en estos momentos es el clima, en verano las temperaturas en los desiertos son muy altas lo cual eleva el peligro ya que muchos niños son abandonados en el desierto y si no son encontrados prontos, morirán. En la campaña, se mencionan los peligros de emprender el viaje y que en vez de lograr el “sueño americano” pueden encontrar la muerte o ser secuestrados por bandas que operan en el camino. La mayoría de los jóvenes provienen de Honduras, El Salvador y Guatemala.
La ley de migración que se debate en la Cámara, no contempla a los niños que ingresan por la frontera ahora ya que solo los inmigrantes que ingresaron hasta el 2012 pueden regularizar su situación. Las autoridades migratorias y el presidente Obama han manifestado que todos los niños serán deportados y no existe posibilidad que pueda permanecer, su deportación depende del juicio al que acuden y puede durar desde un par de semanas hasta meses. Por este fenómeno migratorio, el Gobierno ha gastado aproximadamente 4 mil millones de dólares en construcción de albergues, comida, medicina y fortalecer la frontera. Para eso, el presidente le solicito al congreso que apruebe ese desembolso para lo que fue calificado como una crisis humanitaria.
El presidente de Estados Unidos tiene en su agenda una reunión en la Casa Blanca con los presidentes de Honduras, El Salvador y Guatemala a finales de este mes para hablar de las medidas tomadas y futuras decisiones que puedan realizar.