Aunque el promedio de muertes en relación con la gente que cruza las fronteras es bajo, se estima que desde que inicio este siglo (2000) han fallecido aproximadamente 6000 mil inmigrantes por intentar buscar su sueño. Los peligros son reales pero la necesidad y la desesperación obliga a los inmigrantes sin papeles a tomar ese riesgo donde la muerte puede suceder pero también existen lesiones y traumas de por vida. Dependiendo su origen el viaje puede ser fatal ya que si viene de países del Sur de México, los carteles de la droga pueden interceptar a los viajeros y ahí cualquier cosa podría suceder desde cobrarles una tarifa para pasar o hasta matarlos. Para evitar que los inmigrantes realicen ese viaje, las autoridades de todos los países involucrados en especial de Estados Unidos trabajan en medidas de prevención indicando los peligros del viaje y que si logran llegara a la frontera deberán enfrentar un juicio migratorio donde lo más probable determine su deportación. El objetivo de las autoridades es que no exista ninguna muerte por intentar cruzar la frontera.
Las muertes no solo pueden ocurrir como consecuencia de los carteles de la droga o el crimen organizado sino también por factores del transporte en el viaje ya que los inmigrantes sin papeles se trasladan en trenes en pésimas condiciones o para pasar sin ser detectados viajan en contenedores donde pueden morir por falta de oxigeno o por el calor que es muy alto. En caso de pasar todos esos obstáculos y cruzar la frontera se enfrentan a otro problema, el calor y el desierto. En verano, la temperatura puede llevar a niveles insoportables y por el desgaste del viaje caminar ese tramo resulta imposible. En el desierto no existen hospitales o tiendas donde pueden comer o beber por eso para muchos de ellos cuando son encontrados por la patrulla de frontera es como si volvieran a nacer ya que si permanecían solos encontrarían la muerte y no su sueño.
A pesar de eso igual los inmigrantes lo siguen intentando ya que consideran que en sus países estarán peor y llegando a Estados Unidos podría existir una mínima esperanza que no la encuentran en sus hogares.