La ley migratoria continúa su marcha y ahora tiene un panorama más claro. En el verano, el presidente Obama manifestó que luego del receso de agosto él iba a tomar acciones ejecutivas al verificar que la ley migratoria llevaba 1 año paralizado desde que fue aprobada por el Senado en el 2013. Si lo hacía, sería la 2 ocasión que trataba de ayudar a los sin papeles por esa forma ya que la primera fue cuando frenó las deportaciones de los “Dreamers”. Luego del receso y por consejo de todo el partido Demócrata el presidente ha optado por no tomar otra acción ejecutiva hasta ver qué sucede en las elecciones de noviembre donde se elegirán nuevos representantes para la Cámara. El presidente tomó esa decisión debido a que el tema migratorio está extremadamente politizado y una decisión antes de las elecciones sería perjudicial. Pero Obama ha manifestado que antes de fin de año existirán cambios importantes en la ley ya que el país lo necesita y poner parches no es la solución a largo plazo.
Si la ley es aprobada se calcula que el numero de sin papeles que se beneficiarán será de aproximadamente 12 millones. Con la ley se controlarían las fronteras con más personal y tecnología de última generación. Cabe indicar que los que se beneficien serán aquellos que ingresaron hasta el 2012 y todo aquel que ingresó después lo más posible es que sea deportado. Luego de las elecciones dependiendo el panorama político y quien tenga la mayoría de la Cámara que ahora controlan los republicanos el presidente podría ordenar mediante acción ejecutiva la ley, entregar más tarjetas verdes (green card) o visas de trabajo dependiendo que decida y que es lo que tiene mayor importancia en el país.
Con un voto hispano que cada vez tiene más importancia y una promesa de campaña a favor de los inmigrantes, la ley de migración parece será solo cuestión de tiempo para que sea aprobada o tenga mejores que beneficien a este grupo de ciudadanos.