Con una ley de migración que tiene cerca de un año debatiendo en la Cámara de Representantes, los problemas por la llegada de inmigrantes ilegales por la frontera sur continúan. A pesar de los peligros que existe y la gente conoce, los inmigrantes ilegales aun lo continúan intentando. Cuando cruzan de manera ilegal se enfrentar a ser víctimas de violaciones, extorsiones, secuestros y en el peor de los casos la muerte. Además si logran pasar la frontera se enfrentan a una deportación casi segura que causará mayor dolor cuando estos inmigrantes sin papeles tienen esposa e hijos. Ahora con niños cruzando la frontera, las autoridades están alarmadas ya que es un fenómeno que nunca han enfrentado y se esperan un trabajo en conjunto con países como El Salvador y Honduras para poder frenar estos “viajes”.
Con la ley aprobada por el Senado, las fronteras serán controladas en un 100% con personal capacitado y tecnología para evitar el paso de todo inmigrante que desea ingresar sin papeles. Para que la ley no sea aprobada el principal problema es el camino a la ciudadanía que se desea otorgar a los sin papeles. Los republicanos rechazan cualquier camino a que sean ciudadanos los sin papeles de ahora y solo están de acuerdo que se les entregue permisos de residencia para poder trabajar y no sean candidatos a deportaciones por no tener papeles.
La masiva cantidad de niños y adolecentes que viajan solos también se debe mucho a la desinformación que existe. Muchos piensan que por ser niños e ingresan al país no serán deportados y el Estado le garantiza educación y vivienda. Los únicos que son beneficiados con esos rumores son las mafias del tráfico de personas que cada vez llevan más niños. Para evitar esto se debe trabajar en manera conjunta entre los países involucrados, mencionar la verdad de estos viajes y cuáles son sus consecuencias además de los países de origen brindar mayores oportunidades para que sus ciudadanos no tengan la necesidad de salir de sus países.