Una vez conocida que la apelación a la demanda en contra de las acciones ejecutivas que dictamino el presidente Obama en noviembre del 2014 fue desestimado, el gobierno llevara hasta la última instancia legal posible, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Los Demócratas tienen mucha esperanza que en esta instancia la demanda contra las acciones ejecutivas sea negada y se pueda dar luz verde para empezar a aplicar las acciones ejecutivas. De ser aplicadas, se calcula que los beneficiarios estarían entre 5 a 6 millones de sin papeles de los cuales la mayoría son de origen latino. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ya ha dado luz verde a iniciativas que tenían mayor conmoción en la sociedad como lo fue el matrimonio entre personas del mismo sexo o la ley sanitaria por lo que los Demócratas tienen la certeza que las acciones podrán ser ejecutadas.
La demanda para frenar las acciones ejecutivas fue presentada en una corte de Texas por 26 Estados donde argumentan que el presidente no tiene ninguna autoridad para decidir un gran cambio migratorio y que cualquier cambio o ley debe pasar por el Congreso y Senado. Ya existe una ley migratoria que fue aprobada por el Senado pero quedo congelada en la Cámara de Representantes y quedará congelada hasta que el presidente Obama culmine su último mandato en 2017. Los Republicanos han mencionado que mientras el presidente Obama este en el poder ellos no aprobaran o negociaran ningún cambio a la ley migratoria a pesar que ambos coinciden que se necesita una nueva ley ajustada a las necesidades del siglo XXI.
Lo más probable es que el Tribunal de luz verde a las acciones ejecutivas del presidente pero eso no será de inmediato y puede ser que ocurra cuando el presidente Obama finalice su mandato pero por la presión y los millones que están pendiente existe la posibilidad que sea para el 2 semestre del 2016.